LOS CACHONDOS DEL FOLK: EL ARROYO DE LOS CAGAOS

Las cuadrillas de jóvenes que se reunen para rescatar las viejas tradiciones de ir cantando y bailando por las calles y casas de los pueblos con el único fin de pasarlo bien sin más, parece que se está revitalizando en algunos sitios de la Península como en Murcia, Castilla La Mancha o Extremadura, de donde viene este pintoresco grupo cuyos integrantes se hacen llamar Grupo Folklórico Independiente el Arroyo de los Cagaos. Provenientes de la comarca cacereña de la Vera (concretamente de Villanueva la Vera), se formó a principios de los 90 en los que un grupo de jóvenes amantes del rock más duro y las guitarras eléctricas, porreros y bebedores de calimocho fueron descubriendo, como el que descubre el maná, los sones de la música tradicional de su comarca, una comarca especialmente rica en tradición, como demuestra las innumerables versiones que en toda la Península Ibérica ha tenido el famoso Romance de la Serrana de la Vera. Lo que pasa es que este grupo, que se ha ido renovando con nueva juventud a lo largo de estos años, más que por romances se ha decantado por el cancionero cachondo, de letras subidas de tono y siempre divertidas, que son las más propicias para pasarlo bien entre amigos en las calles y plazas de la Vera. En cuanto al escatológico nombre, ellos mismos explicán el por qué: "Lo que sí aceptamos como propio y a mucha honra es nuestro escatológico nombre propio: "El Arroyo los Cagaos", no sólo como continuación de la broma sobre los nombres de grupos de folklore ortodoxos que se bautizan con los nombres de la flora o lugares autóctonos, sino porque expresando la parte más fea (y maloliente) de nuestro pueblo, reivindicamos esa parte de las canciones tradicionales que, por tratar temas más escabrosos o subversivos, han sido apartadas de los cancioneros de folklore". En definitiva, son un grupo este que se aparta de la ortodoxia folklórica para simplemente divertirse con las tradiciones de su pueblo, combinando un buen vaso de vino con las guitarras y las jotas. Sin duda, aunque a alguien no le guste su nombre o lo que cantan, hacían falta grupos que animaran el folk y dieran cuenta de lo divertido que puede ser su uso en la vida cotidiana. Como muestra, unas de sus canciones más pegadizas: el Rengue. !A disfrutarla con una buena juerga!